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VICENTE GALBIS GIRONÉS (1910-1936)
Adorador en Onteniente (Valencia). Era abogado y padre de familia.
Martirizado el 21 de septiembre de 1936. Fiesta: 22 septiembre
VICENTE GALBIS GIRONÉS fue uno de los primeros miembros, junto a Carlos Díaz Gandía, Rafael Alonso y otros, en apuntarse a la Juventud Católica. Fue en el año 1922 cuando fue constituida por el arcipreste de la parroquia de Santa María don Rafael Juan Vidal. Fue la primera que se fundó en la archidiócesis de Valencia.
En una ocasión durante un viaje, un pasajero increpaba a la religión y a todos "los beatos" diciendo, entre otras cosas, que había que matarlos y hacerlos desaparecer, a lo que respondió con gran dignidad, después de rebatir públicamente las soeces palabras del viajero, "si así es pueden comenzar por mí, puesto que tengo como mi mayor honra el ser católico". En otra ocasión le quisieron captar como abogado, pero contestó: "No podré ser nunca abogado de gentes que profanan imágenes y desvalijan templos".
Según consta durante el trayecto entre la cárcel y el lugar del martirio, el 21 de septiembre de 1936 en el término de Benisoda, "fue rezando el santo rosario en voz alta en unión con otros jóvenes que le acompañaban, entonando, en los últimos momentos, una Salve, que fue rubricada por todos con un último grito de "¡Viva Cristo Rey!".
MANUEL TORRÓ GARCÍA (1902-1936)
Casado, sin hijos.
Aparejador. Fundó el turno de Santa Teresa en Onteniente (Valencia).
Martirzado el 21 de septiembre de 1936. Fiesta: 22 septiembre
MANUEL TORRÓ GARCÍA nació en Onteniente y años más tarde fundó un turno de Adoración Nocturna en esa ciudad valenciana. Según recoge su causa de beatificación, "Días antes de la Revolución estando en la A.N. les avisaron para que terminaran la Vigilia nocturna pues corrían peligro los adoradores, y él dijo que, quien quisiera, que se marchara y aquella misma noche ofreció al Señor su vida en defensa de la fe".
El 20 de septiembre de 1936 fue detenido. Tenía 34 años. "En esa misma noche de 12 a 1 se presentaron en casa de sus padres, donde se habían quedado, para detener a Manuel, unos milicianos y llevárselo para hacerle unas preguntas. Manuel adivinó la intención. Su esposa quiso acompañarle pero él no lo consintió diciendo: ‗El Señor me llama a mí ahora, tal vez a ti lo haga mañana u otro día y estate preparada para lo que te mande‘.
"Al día siguiente del martirio (ocurrido el 2 de septiembre en Benisoda), fue uno de los que le detuvieron a entregarle unos cigarrillos que el Siervo de Dios durante el recorrido al lugar del martirio les había repartido y que él no se los podía fumar porque le remordía la conciencia, lo que demuestra el ánimo sereno y tranquilo con que iba a la muerte. También le abrazó diciéndole que era una señal de perdón para él y para los demás que le iban a matar y que estaba muy contento. Guardo tres de sus cigarrillos como preciosa reliquia del Siervo de Dios". Y agrega el testigo: "El mismo rojo que devolvió los cigarrillos dijo a la esposa del Siervo de Dios que éste antes de morir pidió a los asesinos que les dejasen cantar la Salve y que les tirasen de frente pues los católicos mueren de cara".
FRANCISCO PASTOR GARRIDO (VICENTE) (1905-1936)
Monje trapense del monasterio de Viaceli en Cantabria. Fue adorador en su juventud en su Valencia natal.
Martirizado el 21 de septiembre en la cuesta de las Anguilas, Ruiloba (Cantabria). Fiesta litúrgica: 4 de diciembre
FRANCISCO PASTOR GARRIDO (P. VICENTE) nació en Valencia del Cid el 16 febrero 1905 siendo sus padres Antonio y Constantina, una familia de clase media y religiosa. Estudió en los Jesuitas y fue congregante de San Estanislao, más tarde, de la Adoración Nocturna, de la Tercera Orden Franciscana...Tenía un hermano franciscano y, también él, mostró deseos de ser religioso de vida contemplativa. Su padre le permitió ser seminarista hasta tener firme su vocación.
En junio de 1923, llegó al Monasterio de Viaceli junto con el P. Juan Ferrís, procedentes ambos del seminario de Valencia. Fue ordenado presbítero en la Universidad de Comillas en 1929.
Era culto y piadoso. El P. Vicente Pastor tuvo el mismo trágico fin que el P. Eugenio García. Los monjes fueron llevados a Santander el 8 de septiembre excepto ellos a los que dejaron en el Monasterio, como secretarios que eran, al no aparecer el dinero que pensaban había. Les dijeron que podían marcharse donde quisieran pero durante el traslado les dispararon en la Cuesta de las Anguilas, Ruiloba, en la carretera general de Santander a Oviedo.
Oración
Dios Padre nuestro, que a los beatos Pío, presbítero, y compañeros mártires, con la ayuda de la Madre de Dios, los llevaste a la imitación de Cristo hasta el derramamiento de la sangre, concédenos, por su ejemplo e intercesión, confesar la fe con fortaleza, de palabra y de obra. Por nuestro Señor Jesucristo.
Estos nuevos mártires invitan ―a perseverar en la fe‖. La Iglesia ―trata de recordar su heroísmo, que es una herencia preciosa de civilización y de auténtica humanidad‖. Sus nombres ―no están escritossobre arena,
sino en el corazón de Dios‖.
Cardenal Angelo Amato en la homilía de beatificación
DOROTEO BARRIONUEVO PEÑA (1902-1936)
Sacerdote natural de Dos Torres (Córdoba) ordenado en 1926 marcha a Fuenteovejuna. Sufrió un cruel martirio. Figura como adorador en la sección de Dos Torres.
+ el 21 de septiembre de 1936 en Granja de Torrehermosa (Badajoz). Fiesta: 6 noviembre
DOROTEO BARRIONUEVO PEÑA nació en Dos Torres en 1902 en una religiosa y numerosa familia cuyo padre era sacristán. Con calificaciones brillantes en todos los estudios, fue ordenado el 29 de mayo de 1926. Al mes siguiente se le nombra cura ecónomo de las parroquias de Piconcillo y de Argallón, dos aldeas de Fuente Obejuna. Dos años después, y durante un año, pasa a la parroquia de Ntra. Sra. del Rosario de Fuente Tójar y, el 1 de julio de 1929, tomó posesión como cura ecónomo de la parroquia del Salvador de la Aldea de Cuenca donde se dedicó con esmero a la catequesis.
El 18 de julio de 1936, los objetos e imágenes de la parroquia de la Aldea de Cuenca fueron destruidos, cesó el culto el 21 del mismo mes y la iglesia fue convertida en prisión y comenzaron las detenciones. Ese día una caravana de camiones se detuvo ante la prisión de Fuente Obejuna. Los seis sacerdotes, junto con otras personas detenidas, fueron introducidos en ellos y conducidos a las tapias del cementerio de Granja de Torrehermosa (Badajoz). Sufrieron vejámenes y torturas durante el trayecto. A don Doroteo le hicieron toda clase de tormentos. Y, todos, secundaban las vivas a Cristo Rey que gritaba enardecida y fervorosamente el arcipreste don José Castro.
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