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JOSÉ LEÓN MONTERO (1896-1936)
Laico, casado, padre de cinco hijos, natural de Belmez. Adorador nocturno.
+ 2 de octubre de 1936 en Belmez / Doña Rama (Córdoba)
JOSÉ LEÓN MONTERO nació en una familia religiosa y practicante en su parroquia La Anunciación de Belmez. Quedó huérfano de padre muy joven y su madre tuvo que ponerse a trabajar para sacarle adelante a él y a sus cuatro hermanos. Contrajo matrimonio con Josefa en la parroquia de San Juan Bautista de Hinojosa del Duque el 28 de mayo de 1922. Nacieron 5 hijos. Al comenzar la Guerra Civil era administrativo en una empresa de minas de Peñarroya aunque la familia residía en Belmez. José era un hombre afable, algo tímido, religioso y muy eucarístico y participaba en varias asociaciones de la parroquia como la A.N.
La relación con los mineros se fue estropeando desde febrero de 1936. Tras el 18 de julio de 1936, la Guardia Civil de Belmez abandonó sus puestos y con ello llegó la violencia y la hostilidad a la vida diaria. Quemaron la iglesia. Después llegó la detención de personas, en especial aquellas que eran cristianos destacados y, otras, por motivos políticos. Murieron unas 43 personas en los días 18 de agosto y 2 de octubre.
D. José fue detenido a primeros de julio y encarcelado en el, hasta entonces, convento de las Concepcionistas. Era 2 de octubre. La mañana de ese día, desde la plaza, fueron nombrando uno por uno a los que iban a asesinar y sus nombres eran coreados por la gente con la expresión ―al saco‖, sentenciándolos a la muerte. Y los ataron. Llevaron a todos a un lugar de la carretera entre las localidades de Belmez y Doña Rama. El párroco, don Manuel Ruiz Caballero, les alentó y dio la absolución antes de que comenzasen las descargas. Tras ello, rociaron los cuerpos con gasolina y les prendieron fuego.
FRANCISCO ALARCÓN RUBIO (1879-1936)
Sacerdote natural de Hinojosa del Duque (Córdoba)
Figura como adorador en la sección de El Viso de Pedroches.
+ el 8 octubre 1936 en Jaén.
FRANCISCO ALARCÓN RUBIO fue ordenado presbítero el 19 de marzo de 1904. Quedó adscrito a la parroquia de San Isidro de su pueblo natal de Hinojosa del Duque hasta el año 1906 en que fue nombrado coadjutor de la parroquia de San Bartolomé de Montoro. En 1916 pasó como cura regente a Espiel y se le diagnostica esclerosis arterial generalizada. Vuelve a Montoro y, enseguida, fue nombrado cura regente de El Viso y, en 1929, cura propio. Realizó un intenso trabajo pastoral y de atención a devociones y asociaciones.
Después del 21 de julio de 1936, marchó del pueblo. Fue apresado en Pozoblanco, trasladado a la prisión de Jaén donde prestó los últimos auxilios espirituales a los condenados a muerte. Fue condenado a muerte y fusilado el 8 de octubre de 1936 en el campo de tiro de Jaén junto a otros tres feligreses de El Viso. |