Vigilia diocesana conmemorativa de la Consagración  de España al Sagrado Corazón de Jesús en Pamplona
            
             
                   Sobre  las 20:00 h. del 23 de noviembre, víspera  de la Solemnidad de Cristo Rey, comenzaron a llegar los adoradores con sus  banderas al Seminario Diocesano Conciliar de San Miguel de Pamplona, donde estaba  anunciada esta Vigilia conmemorativa. A las 20:30 h. estaba previsto comenzar  la recepción de adoradores y banderas en la planta baja, en la parte del Seminario  en la que ahora residen los seminaristas (“nuevo seminario”) y que da al  recinto del Seminario en el que se encuentra la imagen del Sagrado Corazón de  Jesús, ante la que se consagraron las diócesis de Pamplona y Tudela, en junio del año 2010.
            
                                 Poco  a poco, fueron llegando los adoradores con sus banderas, en una tarde que nos  ponía un poco nerviosos, pues chispeaba, llovía, paraba, y así estábamos un  poco a la espera de ver cómo estaba el cielo, a las 21:15 h, hora del comienzo  del rezo del Santo Rosario y de la procesión de banderas por la calle Valle  Egües, cortada a la circulación por la Policía Municipal, hacia la entrada  principal del Seminario, por la Avenida de la Baja Navarra.
            
                   Se  fue ordenando la procesión con las banderas asistentes (17 banderas procedentes  de la diócesis de Pamplona), y ante la indecisión del tiempo, que en ese  momento prometía una tregua, nos pusimos en marcha. Cuando llegamos a la Avda.  de la Baja Navarra, comenzó a chispear y aceleramos un poco el paso, para  entrar por la puerta principal del Seminario, desde la Avenida citada. En el  vestíbulo principal está ubicada una imagen de la Inmaculada Concepción, “La Virgen Niña”, a la que le tienen mucha  devoción los seminaristas. Rezando avemarías y cantando, llegamos a la Capilla  Principal del Seminario donde proseguimos hasta concluir el rezo del Santo  Rosario con las Letanías del Sagrado Corazón.
            
                   En  la Capilla Mayor del Seminario, frente al altar, está enterrado el presbítero  D. Cipriano Olaso, que junto a otros fundaron  la Adoración Nocturna de Pamplona, en el año 1907, de la que fue su  capellán. D. Cipriano también tuvo mucho que ver con la gran cantidad de  hogares de Pamplona en lo que se entronizó el Sagrado Corazón de Jesús.
            
                   Acabado  el Santo Rosario, sobre las 22:00 h., comenzó la Vigilia, presidida por D.  Miguel Larranbebere Zabala, Rector del Seminario Diocesano San Miguel y  Consiliario Diocesano de ANFE, en representación del Arzobispo D. Francisco. Concelebró  D. José María Iraburu Larreta, Consiliario Diocesano de ANE, ayudados por tres  acólitos (seminaristas), uno de los cuales, Manuel, dominicano, iba a ser  ordenado diácono al día siguiente. Durante la celebración hubo dos sacerdotes  confesando. La capilla se llenó de fieles, unos 200, y todos continuamos  gozando con la celebración. Hecha la “Oración de presentación de adoradores” y  la “Oración por las vocaciones sacerdotales”, se procedió a enumerar los dos  turnos de adoración (Peralta, Los Arcos, Barañain, Cizur Mayor, Uharte Arakil,  Burlada, y varios turnos de la Sección de Pamplona) y (Olite, Puente la Reina,  Leitza, Alcoz-Iraizoz, Guerendiain, y los Consejos Diocesanos de ANFE y ANE) de  45 minutos de duración cada turno de vela. Mientras unos estaban con el Señor,  otros tomaban un café con unas pastas.
            
                              Concluidos  los dos turnos, se volvió a analizar la situación del tiempo, y ante el chispeo  continuo, se optó por celebrar la procesión eucarística por dentro del  Seminario, pues dispone de unos espacios amplios y bien dispuestos, haciendo una  estación en el vestíbulo, al amparo de la “Virgen  Niña”, y así se hizo, saliendo en procesión de la Capilla Mayor hacia el  vestíbulo, donde se hizo la estación a Jesús Sacramentado, y regresando en  procesión a la Capilla, donde concluyó la Vigilia con la Bendición del  Santísimo y Reserva, y despedida de la Virgen María con la Salve Regina.
            
                                 Al  final, sobre las 01:45 h. concluyó la Vigilia. Una vez recogidas las banderas,  y tras las despedidas, todos contentos y alegres regresamos a nuestros hogares,  después de que el Señor otra vez, nos regalara una noche llena de gozo,  consuelo y de paz
            
            José  Luis Garraza Osaba
               Presidente diocesano de Pamplona