Tfno: 914465726;   fax: 915932445        email: consejo@adoracion-nocturna.org         Estamos: C/ Carranza, 3 – 2º Dcha. 28004 Madrid

Adoración Nocturna Española

 

Adorado sea el Santísimo Sacramento   

 Ave María Purísima  

 

 

2019

Enero

Febrero

Marzo

Abril

Mayo

Junio

Julio

Agosto

Septiembre

Octubre

Noviembre

Diciembre

 

Temas de reflexión

Diciembre

EL EMBLEMA EUCARÍSTICO DE DON LUIS        

 

0       Vamos a despedir este curso de meditaciones para aprender a adorar,   deteniéndonos a contemplar el grabado que Don Luis reprodujo en casi todas las Lámparas del Santuario. Es evidente que no pretende deleitarnos con una imagen ornamental. Lo que quiere es que todo adorador, hombre o mujer, descubra la esencia  que en cada vigilia  hemos de poner en práctica. El lema para este número podría servir  “Aprende a mirar para aprender a orar”. El personaje principal no es el peregrino sino El Señor presente en ese copón expuesto a nuestra adoración.  Escribía Don Luis para los adoradores de Tarragona:

       “Es la Eucaristía, señores, la obra maestra de Dios, centro augusto de los Sacramentos, por los cuales se nos comunica la virtud de la Redención; renovación incesante del Sacrificio del Calvario; abismo insondable del amor de Dios, donde reside la fuente misma do todas las gracias; continuación y multiplicación de la presencia de Dios hecho hombre en este valle de destierro; glorificación terrestre de la naturaleza y de la humanidad; perfeccionamiento supremo de la vida sobrenatural; corazón de la Iglesia; foco de su fecundidad, de su vida y de su unidad, la más espléndida de las manifestaciones del amor divino, el más estupendo de los milagros de su omnipotencia, resumen y compendio de todas las maravillas del Señor.”

       Mi corazón agradecido  musita interiormente: Tú eres Señor el que me llamas por mi nombre para que acuda a este encuentro. Estoy cansado y agobiado por los mil incidentes del vivir y por los afanes de cada día, y por eso me llamas a encontrar el alivio que me tienes prometido. Gracias, mi Señor.  Gracias por haberte quedado escondido a mis ojos en la penumbra de este sagrario, donde si mis sentidos se engañan, mi oído puede oír tu voz. Sé que escuchas mis susurros y mis sollozos pero aguzo mi oído para escuchar tus palabras de ánimo y consuelo. Sé que me estás diciendo: ánimo, adelante, yo también te quiero. Mi Señor, ojalá pudiera corresponder a tu amor. Me arrodillo ante ti, y junto al altar pongo  bordón y mi calabaza de peregrino.

       Sí, también nosotros somos peregrinos. Hombres y mujeres, vamos de paso, acompañando el ritmo del tiempo y de los días. ¿De paso, hacia dónde? Gracias a la Fe que nos diste y al bautismo que nos hizo hijos de Dios y herederos del cielo, no somos peregrinos al azar, ni nuestra alma camina sin dueño ni esperanza. Caminante sí hay camino y  sabemos que, al final del mismo,  nos esperas a las puertas de una morada sin pesar.

       Tú siempre nos dijiste en tus palabras de vida eterna que has preparado un rincón del cielo para tus seguidores  y los hombres y mujeres de buena voluntad.  Bien sabemos que hay que tener buen tino para andar esta jornada sin errar. Nuestra condición humana siente nostalgias de infinito, pero nos atraen  las cosas de este mundo. Las que nos has encomendado para cuidarlas, la belleza de la creación, las criaturas con todos sus encantos, y tantas y tantas delicias  que nos hacen a veces olvidar el fin  y hasta convertirlas en idolillos que nos distraen y nos apartan de Ti. Tu cruz nos ha salvado, tus heridas nos han sanado. Gracias, mi Señor.

       Hoy el camino ha sido hermoso, no como ayer, más abrupto y pedregoso, hoy la senda seguida desde el amanecer a este atardecer en que me esperabas en el secreto de este altar expuesto a mis súplicas y necesidades me ha llevado hasta Ti.  El paisaje era un presagio  de tu Belleza, y la suave brisa un adelanto de tus caricias. Y todo ha  proclamado la Grandeza de mi Dios. Recuerdo con agradecimiento las palabras de Bendicto XVI al meditar el salmo 135, el día de San Benito:

       “Dios no aparece en la Biblia como un Señor impasible e implacable, ni es un ser oscuro e indescifrable. Él se manifiesta como una persona que ama a sus criaturas, que vela por ellas, les acompaña en el camino de la historia y sufre por la infidelidad de su pueblo  a su amor misericordioso y paterno.” 

       Al ver tu cercanía, tu disfraz humilde mi estupor crece al percibir  tu presencia , en la humilde forma de un poquito de pan y un poquito de vino, recluido en  apariencia a una cosa, para darnos el alimento que lleva a la vida eterna y para aliviar por este encuentro en intimidad mi soledad.  Don Luis nos enseñaba:

       “Es la Eucaristía, señores, la obra maestra de Dios, centro augusto de los Sacramentos, por los cuales se nos comunica la virtud de la Redención; renovación incesante del Sacrificio del Calvario; abismo insondable del amor de Dios, donde reside la fuente misma do todas las gracias; continuación y multiplicación de la presencia de Dios hecho hombre en este valle de destierro; glorificación terrestre de la naturaleza y de la humanidad; perfeccionamiento supremo de la vida sobrenatural; corazón de la Iglesia; foco de su fecundidad, de su vida y de su unidad, la más espléndida de las manifestaciones del amor divino, el más estupendo de los milagros de su omnipotencia.”

       Y sigue diciendo Don Luis: “nadie; por pequeño y humilde y pecador que sea, está privado de alcanzar tan sublime dicha. Que no es asunto del entendimiento cultivado, ni de la ciencia, ni del talento, el logro de aquella ventura envidiable, sino fácil objeto del corazón, sin grandes ni exquisitos conocimientos y estudios. Amar es fácil y adorar es amar, y a las veces ama bien y ama mucho, y ama mejor el más rudo é ignorante, y tal vez el que antes era gran pecador, que el sabio y el justo, si la gracia le ayuda; y la gracia se presta siempre, lo cual es una alta providencia del Señor que todos puedan amar a Dios…sobre todo, en la presencia real, en que se abre un mercado y en el que se compra sin dinero la joya más preciosa, el corazón de Jesucristo, Sin dinero, pero no sin precio.”

       El precio son las lágrimas de la compunción, los aromas de la humildad profunda, la riquísima perla de la mortificación, el óbolo, en fin, del amor; porque es un dicho vulgar, pero verdadero, que el Amor con amor se paga.

       En este contexto cobran especiales resonancias las palabras escritas al pie del grabado que se convirtieron en lema eucarístico de la Lámpara del  Santuario y en síntesis del ideal de un adorador de Jesús Sacramentado, según lo soñaba, lo proclamaba y lo vivía Don Luis de Trelles. Fuge….Tace ... Quiesce. Alma mía, olvídalo todo. ¡Calla y  reposa en tu Dios!  Las tres resumen admirablemente el alma de la adoración y el ideal al que debe aspirar todo adorador. Fuge, huye, no sólo físicamente, alejándonos de la ciudad, tan pagana en nuestros días, al menos durante unas horas, sino  huyendo de nosotros mismos, del hombre viejo apegado a nuestro corazón, rémora para corresponder al amor de Jesucristo. Es muy significativo que debajo del grabado iniciase cada número con la denominada sección ascética, verdadero tratado para poder entrar en las vías teresianas del camino de perfección.

       Tace, Calla. El barullo interior de nuestros afanes e inquietudes cotidianos nos impide, sí, nos impide oír al Dios que está escondido, pero que no es sordo ni mudo.

       Quiesce, descansa. Lo propio del mundo es desazonarnos, llenarnos de inquietud. El Señor lleva el timón de nuestra vida, abandónate en él, pon en Él toda tu confianza. Como el niño que se sabe seguro en los brazos de su padre. Inclinas tu cabeza sobre tus brazos apoyados en el reclinatorio porque sabes que atiende tus súplicas y escucha tus ruegos. Ocultas tus ojos pero tienes bien abierto el oído: Todo falla, pero no el oído.

        Como el peregrino dile con voz apasionada: En Ti Señor confié, no quedaré confundido para siempre. Ultreia y Suseia.

PREGUNTAS BÁSICAS

        1ª ¿Cómo se convierte en oración la contemplación de un cuadro? Si yo explico La Anunciación de Fray Angélico ¿Estoy haciendo oración porque el asunto es religioso? Si yo al contemplar la escena del Ángel Gabriel anunciándole la encarnación a María, espontáneamente me dirijo a Dios asombrado de la maravilla del Verbo hecho carne o le doy gracias a María por su sí, ¿verdad que la lección se convierte  en oración?

        2ª ¿Por qué Don Luis de Trelles eligió como representante de los adoradores, hombres y mujeres, a un peregrino que va hacia Santiago y se detiene en el silencio a intimar con Jesús Sacramentado?

        3ª Debajo del grabado mandó poner Don Luis esta frase: Alma mía, olvídalo todo. ¡Callareposa en tu Dios!
¿Por qué Los tres  verbos resumen admirablemente el alma de la adoración y el ideal al que debe aspirar todo adorador?