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Adoración Nocturna Española
Adorado sea el Santísimo SacramentoAve María Purísima |
2020
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Temas de reflexión
Agosto
DESDE EL CUARTO DE GUARDIA
REFLEXIONES DE UN ADORADOR NOCTURNO PARA ORAR DESDE LA REUNIÓN PREVIALA ADORACIÓN NOCTURNA MOMENTO PARA CULTIVAR LA INTIMIDAD CON DIOS
1º MARCO PARA ESTA NOCHE DE AGOSTO
San Pascual es patrono de la Adoración Nocturna, de los Congresos Eucarísticos y Asociaciones Eucarísticas ordenado por León XIII el 28 de noviembre de 1897.
Aunque este santo apenas sabía leer y escribir, era capaz de expresarse con gran elocuencia sobre la presencia de Jesús en la Eucaristía. Tenía el don de ciencia infusa, es decir, poseía un vasto conocimiento teológico sin estudio alguno.
En esta vigilia de agosto os proponemos como sentimiento dominante el que expresa en su Canción III San Pascual Bailón para encender en amor al que comulga.
Herido viene de amor
El Santísimo Cordero
Del alma del pecador.Gran bien os está esperando;
Mirad, pecador, por vos;
Que del cielo viene Dios
En vuestro amor se abrasando.
Mirad que se debe amor
A un amor tan verdadero,
Como el que tiene el Cordero
Del alma del pecador,
Dios herido por amor.
2º UNA ORACIÓN JACULATORIA AL ESPÍRITU SANTO, PARA QUE NOS ENCIENDA EN AMORES.
Iniciamos nuestras vigilias invocando al Espíritu Santo. Hoy proponemos que el fuego de su amor nos permita “renovar la faz de la tierra” Renovabis faciem terrae.
3º TEXTOS DE SAN PASCUAL BAILÓN
Entresacados de la biografía de Fr. Ignacio Beaufays, O. F. M.
«¿Quién soy yo ¡oh Dios grande y poderoso! para que tú te acerques a visitarme?» ... «¿Quién es el hombre ¡oh Padre de misericordias! para que tú le hagas descansar en tu propio corazón? No bien es sacado de la nada, lo haces rey y lo colocas en un paraíso delicioso. Una vez redimido le preparas un festín, y en este festín ¡te ofreces a Ti mismo! ¡Oh Dios! ¡Cuánta condescendencia! ¡Cuánta liberalidad, en permitir que encierre en mí corazón a Ti, que eres infinito!...»
«¡Oh buen Jesús! yo te ofrezco mi pobre alma, mi tibio corazón... ¡Yo, que he pecado! te suplico ablandes mi pecho endurecido y hagas brotar mis lágrimas. ¡Que estas laven las manchas de mi alma! «Mi vida no es otra cosa que una larga cadena de faltas, pero tú puedes perdonarme porque eres bueno y misericordioso. Perdón ¡oh amable Señor! pues estoy pesaroso de haberte ofendido y estoy resuelto a servirte en adelante con fidelidad inviolable...»
«Yo soy lo que el pequeño Benjamín sentado a la mesa de su poderoso hermano José. «Os pido por favor que me tratéis como a uno de vuestros amigos. Yo estoy enfermo ¡curadme! Estoy pobre ¡enriquecedme! «Aumentad en mí la fe, el amor y las fuerzas, para que os sirva, para que pase mi vida alabándoos, ¡para que llegue a poseeros en la gloria!»
«Jesús, por quien suspira mi corazón, yo te estoy preparando la ciudad de Dios, obra grande entre todas. ¡Padre celestial, ayudadme! «Yo te estoy construyendo un templo consagrado a tu gloria. ¡Hijo de Dios, sabiduría eterna, inspiradme! «Yo voy a recibir a la santidad por esencia. ¡Espíritu Santo, amor del Padre y del Hijo, sed para mi corazón una llama que ilumina, un fuego que purifica, un soplo que alienta!»
«Sed para mí un aumento de caridad, ¡que el fuego sea más ardiente!; de humildad, ¡que mi pequeñez sea más profunda!; de paz, ¡que mi reposo sea más completo!; y de toda virtud, ¡que yo crezca sin cesar y que persevere en el bien hasta el fin!»
«Tus mismos labios ¡oh Jesús! lo han dicho: “Yo soy el Pan de vida que descendió del cielo; quien me come vivirá siempre”. «¡Oh Pan, que eres la santidad misma, da a mi paladar la gracia de gustar de ti únicamente! ¡Concédeme que todo, fuera de ti, me sea insípido! «¡Oh Pan, que eres la misma dulzura! En ti están encerradas todas las delicias y todos los sabores. Tú eres un aroma siempre embriagador. ¡Recibirte a Ti es deleitarse en la abundancia! «¡Oh Pan, que eres el cielo mismo trasladado a mi corazón, haz que mi alma, rica en poseerte, se embriague con los placeres de los elegidos!... «Yo te poseo como dentro de un velo. ¡Cuánto tarda en rasgarse a mis ojos ese velo, para que pueda yo contemplarte al descubierto, a Ti, resplandor vivífico y eterno!... ¿Llegará pronto a lucir el día claro de tu luminosa presencia?...» «¡Oh santa Hostia! ratifica entre uno y otro una unión indisoluble, ¡sé como un nudo que me sujete a ti para siempre!
«Gracias te sean dadas ¡oh eterno Padre! que me has dado en la Hostia a tu Hijo, mi consuelo y mi libertad. «Gracias te sean dadas ¡oh Redentor mío! que me haces rico con tu propia riqueza, la de tu Cuerpo y de tu Sangre. «Gracias te sean dadas ¡oh Espíritu Santo, que eres todo amor! Merced al divino Huésped la caridad se desborda en mi corazón. ¡Que los ángeles del cielo, que las criaturas todas del universo, se unan a mí para cantar tus alabanzas!»
PREGUNTAS BREVES
1ª PREGUNTA
¿Por qué decimos en la plegaria eucarística que Cristo es la “Fuente de toda santidad”? ¿Lo tenía presente San Pascual en estos textos? Primero, conocimiento interno de quienes somos.
2ª PREGUNTA
En estos textos San Pascual está practicando ante todo la oración de petición o de súplica. La oración, en cualquiera de sus modalidades, es como el aire para nuestros pulmones. ¿Sin intimar con Dios que busca nuestro amor podría el ser humano progresar en el camino universal de la santidad? No saber mucho, sino amar mucho.
3ª PREGUNTA
De bien nacido es ser agradecidos. ¿Por qué es tan importante en todo momento, cuanto más después de comulgar, la acción de gracias? Pidamos al Espíritu Santo como hace el santo, que sepamos corresponder en amores al Huésped de nuestra alma.